Vivimos en una sociedad que únicamente piensa en el trabajo, y se preocupa muy poco por la necesidad de descanso. No sólo precisamos de un parón físico de vez en cuando, sino que nuestro cerebro requiere recuperar energía para desconectarse del ajetreo mental que conlleva la rutina diaria.
Dislex Psicología y Logopedia
Clínica especializada en psicología y logopedia, y en la formación para oposiciones para pedagogía terapéutica y para audición y lenguaje en Alicante (Valencia).
El cerebro, una máquina de movimiento continuo
Según una investigación de la Universidad del Sur de California, el cerebro siempre están en funcionamiento, debido a la división que podríamos denominar 'red positiva' y 'red negativa'.
Ambas redes tienen muchísima importancia en nuestro día a día: la red positiva es la encargada de las tareas que llevamos a cabo con atención (lectura, escritura, etc.), mientras que la negativa se pone en marcha en aquellos momentos en lo que divagamos. Ambas redes no pueden estar activas a la vez, por lo que si una entra en funcionamiento, la otra se apaga. Cuando permitimos que la parte negativa tome el control, somos capaces de llegar a conclusiones que de manera consciente nos sería casi imposible.
Por ejemplo, a menudo encontramos la solución a un problema cuando dejamos de prestarle atención y dejamos volar nuestra imaginación. Es ahí donde nuestra bombilla se enciende y la inspiración llega por sorpresa. No es un milagro ni una coincidencia, sino nuestra parte negativa entrando en funcionamiento y tomando el control.
Sin embargo, el ritmo de vida actual de muchas persona no deja tiempo ni lugar a esta parte de nuestra mente, por lo que en ocasiones, lo más aconsejable es parar y dejar volar nuestra imaginación.