La dermatofagia es un trastorno psicológico por el cual la persona convierte en un hábito morderse la piel, sobre todo la de alrededor de las uñas, los nudillos o, incluso, los codos. En algunos casos, la piel también es ingerida, por lo que diferentes estudios ha propuesto que pase a denominarse 'dermatodaxia'. Está asociado al trastorno obsesivo-compulsivo, aunque se agrupa dentro de los trastornos del control de los impulsos.