Es fácil que en diferentes momentos o etapas de nuestra vida, necesitemos ayuda. Sin embargo, lo realmente difícil es tomar la decisión de pedir ayuda, pues asociamos este hecho con un gesto de cobardía o debilidad. Pero ¿acaso no vamos al médico cuando nos duele algo o nos sentimos enfermos? Acudir al psicólogo cuando lo necesitamos solo puede traernos cosas buenas.