La ayuda psicoterapéutica no es sólo para los trastornos psicológicos

En más de una ocasión seguramente no os habréis encontrado bien o habréis conocido a alguien que no estuviera pasando por su mejor momento. El desánimo, la tristeza u otros síntomas nos han hecho pensar que igual sería conveniente pedir ayuda psicológica. Aunque es posible que vuestro siguiente pensamiento haya sido: “pero si yo no tengo ningún problema como tal”.

Este es un error al que nos enfrentamos con mucha frecuencia: pensar que sólo aquellos que están sufriendo algún trastorno psicológico pueden acudir al psicólogo y no es así.

La terapia psicológica está dirigida principalmente a dos grupos de pacientes:

• Aquellos pacientes con un trastorno psicológico(ansiedad, depresión, fobias, anorexia, bulimia, adicciones…).
• Todos aquellos que necesitan solucionar ciertos problemas y que necesitan un empuje en su crecimiento personal.

En este segundo grupo, nos encontramos perfiles muy variados:

• Personas con dificultades de adaptación a nuevas situaciones vitales, tras un duelo, separación o cambio de residencia.
• Aquellos que necesiten mejorar sus habilidades personales.
• Todas aquellas personas que busquen asesoramiento en procesos de toma de decisiones y solución de problemas.
• Orientación y asesoramiento a padres sobre temas relacionados con la educación de los hijos: desobediencia, disciplina, rabietas, estudio...
• Para quienes requieran mejorar el rendimiento escolar, aprendizaje de técnicas de estudio...
• Cuando existe “dolor emocional”, en forma de emociones negativas intensas tales como la depresión, el miedo, la ansiedad, el pánico, la cólera o la desesperanza.
• Cuando una persona significativa en la vida se ve afectada por el problema y/o apunta la necesidad de buscar una solución.
• Cuando después de seguir un tratamiento psicofarmacológico, los resultados no son todo lo satisfactorio que desea.

En estos casos, el objetivo principal de la terapia será, en primer lugar, el control de los síntomas que se presenten y el aprendizaje de estrategias y habilidades que prevengan la reaparición de los síntomas.