Para comunicarte de forma correcta y continua con tus hijos puedes empezar en el propio embarazo. Puedes cantarle y hablarle, pues el pequeño reconocerá tu voz.
Durante los primeros años de vida, puedes comunicarte con el bebé, acariciándolo, besándolo y mirándolo a los ojos cuando le hables. Además háblale mucho, aunque no te entienda.
En la etapa preescolar es cuando se produce la eclosión del habla. El niño querrá practicar, por lo que debes prestarle atención y escucharle. Es el momento de enseñarle canciones y leerle cuentos.
La etapa escolar es fundamental. Vamos a recoger tres sencillos consejos que te serán muy útiles para crear un vínculo sincero y de confianza:
1. Cuéntale tus cosas y él te las contará a ti.
2. Escúchale cuando habla y él te escuchará a ti.
3. Si confía en ti para contarte alguna trastada, primero valora la sinceridad y la confianza, luego ayúdale a corregir esa conducta.
En la adolescencia llegan muchos cambios que pueden hacerte temer que tu hijo se distancie de ti. En primer lugar, eso es normal. En segundo lugar, debes tener paciencia. Respeta su intimidad, su reserva, sus silencios y adáptate a ellos. En este momento necesitan despegarse de nosotros y debes respetar que haya cosas que no te quieran contar.